Autoestima

La autoestima es la manera en la que nos valoramos a nosotros mismos: lo que pensamos, sentimos y creemos sobre quiénes somos. Está íntimamente ligada a nuestra imagen personal, es decir, cómo percibimos nuestro cuerpo, nuestra apariencia y cómo creemos que los demás nos ven.

Tener una autoestima sana no significa sentirse bien todo el tiempo, sino aceptarse con fortalezas y debilidades, sentirse digno/a de ser querido/a y capaz de afrontar la vida con seguridad. Pero cuando esa mirada hacia uno mismo está cargada de crítica, rechazo o inseguridad, puede empezar a afectarnos profundamente.


Algunas señales comunes son:

  • Compararte constantemente con los demás
  • Sentir que “no eres suficiente” o que debes cambiar para agradar
  • Vergüenza por tu cuerpo, tu aspecto o tus rasgos físicos
  • Miedo a ser juzgado/a o rechazado/a
  • Necesidad excesiva de aprobación externa
  • Sentimientos de inferioridad o inseguridad en lo social
  • Evitación de situaciones por no sentirse “a la altura”
  • Diálogo interno negativo o autoexigente

Estas dificultades pueden tener un gran impacto en la vida cotidiana, en las relaciones, en el trabajo o en la forma en que tomamos decisiones.


La autoestima se forma a lo largo del tiempo y puede verse influida por muchos factores:

  • Experiencias de rechazo, críticas o burlas (especialmente en la infancia y adolescencia)
  • Estereotipos sociales o presión por cumplir ciertos estándares físicos
  • Comparación constante en redes sociales
  • Relaciones tóxicas o poco respetuosas
  • Falta de validación emocional o afectiva
  • Expectativas demasiado altas hacia uno mismo/a

Reconocer que algo no va bien es el primer paso para empezar a construir una relación más compasiva contigo mismo/a.


El acompañamiento psicológico te brinda un espacio seguro para:

  • Identificar y cuestionar creencias negativas sobre ti mismo/a
  • Trabajar el diálogo interno desde una mirada más amable
  • Aceptar tu cuerpo y tu imagen sin juicios
  • Fortalecer tu seguridad personal y tu autonomía
  • Mejorar tu relación contigo mismo/a y con los demás
  • Redescubrir tus recursos, cualidades y valores

No se trata de “encajar en un molde”, sino de aprender a gustarte tal y como eres, desde el respeto, la aceptación y el cuidado personal.


Tu valor no depende de cómo luces, de lo que opinan los demás ni de alcanzar la perfección. Tu valor está en ti, y merece ser reconocido.

Si estás cansado/a de vivir desde la inseguridad o el juicio constante, podemos ayudarte a verte con otros ojos.